Sólo diré una cosa: siento un gran pesar, es mucho lo que me duele Oaxaca.
Aquí estoy con la poeta i, en Santo Domingo, el año pasado.
El viernes soñé que yo sostenía un toro agonizante en mis brazos: ahora sé que lloraba en el sueño por la ciudad sitiada.
1 comment:
qué días tan felices, esos de noviembre del 2005...
qué tristeza tan grande la de ahora
Post a Comment